martes, 4 de marzo de 2014

Si amo, no dependo. Si dependo, no amo

Yo soy yo.


Tú eres tú.


Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.


Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.


Tú eres tú, yo soy yo.


                                                                                                                Fritz Perls





Amar es la demostración más evidente de la libertad que poseemos y
para amar sólo se puede partir de la premisa de que sólo es viable si se
mantiene intacta la libertad individual, la igualdad y el respeto. De
hecho, el espacio de la pareja es el ideal para lograr el desarrollo
máximo de cada uno.


Voy a hablar de una situación concreta, una situación que veo día
tras día en mi consulta y por ello merece un comentario a parte. Y es la
que se produce cuando dos personas son muy diferentes en una relación,
persiguen objetivos vitales diferentes, filosofías de vida dostintas y
valores personales que no tienen nada que ver. Pese a esto, se empeñan
en continuar juntos y son tremendamente infelices. Sin embargo acuden a
mi para que algo cambie y que la relación termine funcionando. Sin
embargo, en este tipo de circunstancias sólo hay una manera de seguir
juntos: Que uno de los dos deje de ser quien es y se amolde al otro.
No parece sugerente, ¿verdad? Pero al final es lo que ocurre, porque
claro, “¿Y si no encuentro a nadie como él?”, ¿Y si yo le puedo
cambiar?”, “¿Y si encuentra a otra y luego con ella es feliz?” (si, me
refiero a mujeres porque es el 90% de casos que atiendo). Estas tres
preguntas -irracionales- son las que acuden a la mente con mayor
frecuencia, junto con la certeza de tener que dejarle y el pánico a
perderle.


Luego se producen rupturas y vueltas como si se fuera la vida en
ello, sin darse cuenta de que el hecho de volver al final sólo tiene el
objetivo de calmar la ansiedad, más que pretender ser felices. Esta
serie de síntomas pertenece a una de las adicciones más peligrosas en
pareja: LA DEPENDENCIA EMOCIONAL. Esta
dependencia es un vínculo tóxico que se produce entre dos personas, yo
voy a centrarme en la pareja, donde se sufre muchísimo y se llega a
perder la identidad personal, es decir, sólo nos reconocemos ante los
ojos del otro, porque sin el otro, ya no somos.



Es muy diferente sentir que elegimos
al otro porque la vida con él es mejor, porque nos llena, porque me
hace feliz, porque me “suma” que sentir que estoy con él porque me
aterra la idea de estar sola, porque no soy capaz de llevar mi vida, o
porque sencillamente le necesito. Aquí
está la diferencia: ELEGIR Y NECESITAR. Elegir es ser libre, tener el
control de tu vida, sentirte capaz, no dejar que el miedo te paralice,
pero necesitar es estar atrapado, ser dependiente, estar controlado y no
confiar en uno mismo. Cuando hay dependencia emocional no eliges al
otro, sino que estás con él porque no eres capaz de estar sin él. 



Muchas veces creemos que este comportamiento tan límite se debe a que
queremos mucho a nuestra pareja y por eso nos engañamos pensando que es
amor, todos los sacrificios que hago son en nombre del amor. Nada más
lejos de la realidad, porque no es amor. Nunca se ama “mucho”, o se ama o
no se ama, porque amar mucho es depender.


¿Tiene solución? Sí, afortunadamente, pero no sin dolor. Es un
proceso en el que aprender a soltar es la base de la terapia, junto con
un programa de autoestima que impulse al cambio. La autoestima es
fundamental para ver la luz, es decir, la confianza en nosotros mismos
para sentir que tenemos las capacidades, recursos y aptitudes necesarias
para solucionar cualquier situación inesperada que la vida nos pone
delante. Tener la certeza de que pase lo que pase, saldremos adelante,
lo resolveremos.


El primer paso es ser conscientes de la situación en la que nos
encontramos y sobre todo entender que ni somos felices ni nada va a
cambiar para que lo podamos ser, con esa persona. Luego se trata de
voluntad para soltar, soportar el síndrome de abstinencia con dignidad y
recuperar poco a poco la esencia de uno mismo.


Os dejo con Jorge Bucay:    PINCHA AQUÍ