viernes, 15 de noviembre de 2013

La importancia de la Información Sexual



Hace unos días vinieron a mi consulta dos estudiantes de último curso de la Universidad Miguel Hernández de Elche para realizarme una entrevista acerca del orgasmo femenino. Lo pasamos genial y hablamos de muchas cosas acerca del tema, incluso cosas de las que ellas mismas se sorprendieron. Hace un tiempo esto era impensable, que vinieran dos chicas jóvenes sin ningún tipo de tapujos para conocer más acerca de su sexualidad y además escribir acerca de ello. Realmente me sentí muy emocionada porque me di cuenta que ya estaba cambiando algo: las mujeres cada vez más reclaman información, una información que ahora niegan muchos centros –por moral o economía- y que les hace mucha falta. Siempre les ha hecho falta, la verdad, porque la sexualidad ha formado y formará parte del ser humano hasta que éste deje de existir, o evolucione hacia una reproducción por esporas. Sin embargo, hoy en día quizás se ha hecho más necesario todavía porque también la sociedad está evolucionando y se está quitando lastre de encima sexualmente hablando, sobre todo los jóvenes, que quieren –y tienen derecho- a una buena educación afectivo-sexual.
Como decía, hablamos de todo un poco, sobre todo acerca del punto G,U y A, el deseo femenino, el sexo tántrico, la propia educación sexual y también de ellos, por supuesto.
Quiero dar las gracias a Nuria y Aroa, por ser tan valientes, tan curiosas y por ser las mujeres del futuro, que entienden que la sexualidad natural y sin tabúes es salud.
En cuanto esté la entrevista preparada os la pondré para que podáis compartirla conmigo. Aquí os dejo una pequeña reflexión.

¿Son beneficiosos los orgasmos para la salud? Si alguna vez os habéis hecho esta pregunta aquí está vuestra respuesta: en líneas generales SI. No porque queme calorías –apenas dos o tres, es en el “antes” donde se queman más- sino porque se ha demostrado en estudios que una vida sexual activa y continuada disminuye los efectos fisiológicos negativos del envejecimiento y el riesgo de padecer ciertas enfermedades (hombres y mujeres). Sobre el hombre, dicen esos estudios que los orgasmos parecen tener un efecto protector sobre su salud.
En conclusión, el sexo es vida y la vida está para disfrutarla..que son dos días ¿O NO?



viernes, 1 de noviembre de 2013

¡Por mi culpa..mi gran gran culpa!



Todos sin excepción nos hemos sentido culpables alguna vez en la vida. Es un sentimiento muy amargo, paralizante y yo añado COMPLETAMENTE INÚTIL. Quizás podamos pensar que nos hace falta sentirnos así para darnos cuenta de que hemos hecho algo mal, como un mecanismo de “autocastigo moral” que nos ayuda a ser mejores personas. Pero nada más lejos de la realidad, la culpa está a años luz de hacer que nos sintamos mejor, de hecho, nos vuelve hacia el pasado una y otra vez inmovilizándonos y robándonos la vida presente. No por sentirnos más culpables vamos a “redimirnos” de lo acontecido ni va a mejorar la situación, de hecho caemos en un bucle de pensamientos distorsionados con forma de “ podría haber hecho y no hice”, “ si no hubiera hecho esto o aquello..” que nos deja agotados psicológicamente y llenos de impotencia, rabia y tristeza.
¿De dónde viene la culpa?
Hay dos clases de culpa:
-          La que nos enseñaron de pequeños: “No te voy a querer si...” “Deberías sentirte avergonzado por lo que has hecho” (Como si eso ayudara). Mucha de esta culpa la vamos arrastrando de adultos sobre todo cuando nos enfrentamos a figuras de autoridad o personas de las que queremos conseguir su apoyo, incluso cuando nuestros esfuerzos fracasan. Muchos padres manipulan a sus hijos con este sentimiento y luego estas reacciones se repiten con las parejas sentimentales.

-          La culpa autoimpuesta. Nos sentimos mal cuando incumplimos una norma moral propia –que nos han enseñado o no-. Debido a que intentamos vivir a la altura de estas normas autoimpuestas (que además muchas veces ni siquiera nos cuestionamos), cuando erramos como humanos que somos, surge el dolor y la frustración junto con los pensamientos “Cómo he podido..” “soy mala persona..” y así hasta el infinito.
¿Qué hacer?   Os voy a dar una primicia: el hecho de sentirnos culpables y lamentarnos hasta la flagelación más hiriente no va a cambiar lo que pasó. Hubieras deseado que las cosas fueran de otra manera, si. Lo primero que podemos hacer en lugar de caer en pensamientos destructivos es enfrentarnos a todo aquello que nos produce culpa y pensar de dónde viene la nuestra, ya que donde vivimos se lleva mucho eso de tener que sentirse mal por disfrutar, por ser feliz, por ser guapo/a, por triunfar, por gustarte el sexo..vamos, ese pensamiento puritano y represor tan nuestro. En segundo lugar emplear toda esa energía que derrochamos en pensamientos incapacitantes en ideas mucho más productivas: “Soy consciente de que me he equivocado, soy humano. Lo asumo y lo tengo en cuenta para la próxima vez”.
Y COMO QUIERO ESTAR SANO MENTALMENTE:
No puedo modificar el pasado. Por lo tanto ¿Qué puedo hacer “en este momento” presente?
Elimino los pensamientos: “Si hubiera...” ó “Yo debería haber...”
La culpa es una ELECCIÓN, y como todas las emociones autoanulantes, DECIDO VIVIR SIN ELLA.